Contribuciones de las MTCI al manejo del estrés

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El estrés puede ser definido dentro de la interacción entre una persona y su entorno, percibida como amenazante, superando la percepción de los recursos personales, o bien arriesgando su bienestar (Lazarus, 1984). En esta comprensión, el estrés depende de factores ambientales, de cómo el individuo percibe este ambiente, de los recursos personales percibidos y de la interacción de éstos (1).

Para responder a un estresor o amenaza, el organismo humano activa una respuesta coordinada, fisiológica y adaptativa para reestablecer el equilibrio, preservar la vida y finalmente mantener la especie. Las respuestas de estrés nos ayudan a navegar en nuestro medio ambiente, a través de las situaciones que vivimos y a responder de manera adecuada a las amenazas que percibimos (2,3).

El estrés crónico: un promotor de enfermedad

La exposición crónica a estresores, relacionada a una percepción de amenaza permanente, provoca una respuesta fisiológica sostenida al estrés, lo que disminuye la capacidad de restauración del sistema relacionado con la respuesta de estrés (4). Cuando el estrés o amenaza se mantienen en el tiempo y el manejo de los procesos adaptativos son inefectivos, el organismo se acomoda al estrés a través de procesos adaptativos que podrían resultar deletéreos para la salud. Esta acomodación de la fisiología del organismo al estrés crónico que potencialmente genera daño a la salud, fue descrita como carga alostática (McEwen,1998) (4-6).

La OMS ha planteado que el estrés crónico y/o la falta de habilidades para afrontar este estrés sostenido es uno de los mayores riesgos para la salud de las personas, relacionándose con mortalidad precoz y riesgo de presentar múltiples patologías (7), y se ha relacionado con riesgo cardiovascular (8), obesidad (9), trastorno del sueño (10), alteración del sistema inmune (11), entre otras. También, el estrés crónico impacta la salud mental (12) y el bienestar de las personas y su entorno, relacionándose con depresión, ansiedad, mayor riesgo de abuso de sustancias, detrimento de la salud social, entre otras asociaciones (13,14).

Estrés temprano en la vida como factor determinante de salud global

Los efectos dañinos del estrés, pueden ser originados por eventos traumáticos o bien estresores sostenidos desde la vida embrionaria afectando a los niños desde la etapa prenatal. La exposición crónica al cortisol en este momento del desarrollo sería especialmente deletérea dado que el sistema nervioso se encuentra en plena formación, constituyendo un período sensible, con riesgo de debilitar la arquitectura cerebral y generar daño neurobiológico. Esta condición se puede presentar en aquellos niños que experimentan acontecimientos difíciles, intensos, frecuentes y/o duraderos, como el abuso físico o emocional, violencia, abuso de sustancias, enfermedad mental del cuidador o abandono, sin el apoyo de un adulto que lo contenga o proteja. Sin embargo, el organismo humano ofrece oportunidades de reparación, evidenciándose que la neuroplasticidad se mantiene durante toda la vida, sugiriendo que la reparación de los efectos nocivos del estrés temprano en la infancia es factible, donde hay diferentes protectores personales y sociales reconocidos (14,15).

Pandemia por COVID -19 y potencial exposición a estresores: buscando prevenir daño y fomentar bienestar

La pandemia por el COVID-19 ha determinado una gran exigencia de todos los recursos para el cuidado de la salud. Cualquier brote epidémico tiene efectos en los individuos y la sociedad y las experiencias de pasadas epidemias, tragedias naturales y ataques terroristas muestran la importancia de acciones proactivas para responder a las necesidades relacionadas con la salud mental de los afectados (17,18). La crisis actual tiene la potencialidad de generar un severo y sostenido estrés tanto para los pacientes, sus familias, para los miembros del personal sanitario, para los individuos confinados y especialmente a todos aquellos que en una o en otra forma vivencian un riesgo mayor o experimentan un radical cambio de vida, como los niños y los adultos mayores. (19-22). El estrés relacionado con esta situación, es tanto agudo, como crónico, afectando los recursos individuales y al tejido social (21).

La situación de la pandemia por COVID-19 demanda la necesidad de ofrecer un cuidado de calidad a la población mundial (23-25), y en particular, al personal sanitario (22,26-27), lo cual implica garantizar un acompañamiento, el desarrollo de estrategias y metodologías, así como de la creación de políticas públicas para el afrontamiento y manejo del estrés secundario a la actual situación de emergencia (23).

Contribución de las Medicinas Tradicionales, Complementarias e Integrativas al manejo de estrés: Integración mente-cuerpo

El enfoque de las Medicinas Tradicionales, Complementarias e Integrativas-MTCI es pertinente e indicado, considerando su visión integral del Ser Humano y la capacidad de fortalecer los recursos existentes en el individuo, y de aportar significativamente para el manejo del estrés ofreciéndole capacidades y competencias nuevas y necesarias (28).

Existen diferentes experiencias de intervenciones con los sistemas médicos y métodos terapéuticos que hacen parte del grupo de las MTCI donde se ha demostrado la contribución de éstas al afrontamiento y al manejo del estrés, por ejemplo se ha documentado la evidencia que señala la utilidad de prácticas corporales y el yoga (29,30), las técnicas de meditación (31-34) y la acupuntura (35) para el manejo del Síndrome de Estrés Postraumático; prácticas que promueven la resiliencia como las técnicas de meditación y mindfulness (36), que reducen los síntomas afectivos negativos (37), así como reducen también el estrés (21-23), la ansiedad (38-40) y la depresión (39-44) y que por último pero no menos importante y valioso, atienden y alivian la sobrecarga de los sistemas de salud al ofrecer recursos que mejoran el la evolución y el pronóstico (36, 45-48, 49).

Mecanismos de acción propuestos de las Medicinas Tradicionales Integrativas y Complementarias para el manejo de estrés y promoción de bienestar

La psico-neuro-inmuno-endocrinología (PNIE) es una disciplina que estudia cómo los procesos psicológicos, neurológicos, inmunológicos y endocrinos interactúan y afectan la salud humana y la conducta. Identifica la relación entre pensamientos o cognición, sentimientos, emociones, sistema inmune, sistema nervioso, secreción de hormonas (50). Estas interacciones complejas permiten comprender de manera más amplia la relación de la conducta-pensamientos- emociones y biología, y cómo pueden modular patologías como la depresión, respuestas al estrés crónico, estrés post traumático, la ansiedad, y otras enfermedades tanto de la esfera mental como física (50).

Se plantea que muchas de las medicinas tradicionales complementarias e integrativas presentan mecanismos de acción que se pueden fundamentar desde la PNIE. Próximamente se desarrollará este tema, que adquiere especial relevancia para estas prácticas y su aplicación en diversas áreas del cuidado de la salud (52).

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