Medicinas Tradicionales de las Americas

La Región de las Américas se caracteriza por ser multiétnica y multicultural. En ella coexisten los pueblos indígenas (que reciben distintas denominaciones o conceptualizaciones según los países), los afro-descendientes, los romaníes y los miembros de otros grupos étnicos, lo cual implica reconocer realidades y necesidades diferentes, tanto entre los países de la Región, como dentro de los mismos.

En las últimas décadas se han desarrollado importantes compromisos e iniciativas políticas a nivel mundial, regional y local por el reconocimiento y respeto de los Derechos Humanos y del Derecho Propio tanto de las comunidades étnicas como de sus miembros. Esto ha permitido un mayor reconocimiento, participación, visibilización e integración de las comunidades, tarea pendiente históricamente por parte de los estados.

En América Latina, Brasil y el Caribe, los pueblos indígenas tienen una población aproximada de 50 millones de personas y alcanzan alrededor del 8-10% de la población, por su parte la población Afrodescendiente se estima alrededor de 120 millones de personas.

En la Región de las Américas existen más de 700 pueblos indígenas, cada uno con una cosmovisión y cosmogonía particular que configuran universos únicos y por lo tanto maneras de ser y estar en el mundo y en un territorio particular. Los pueblos indígenas de la región hablan más de 500 lenguas distintas, casi una cuarta parte de las cuales son idiomas transfronterizos, usándose en dos o más países.

Estos pueblos habitan áreas geográficas de gran diversidad como la Patagonia, Chaco Ampliado, Amazonía, Orinoquia, Andes, Llanura Costera del Pacífico, Caribe Continental, Baja Centroamérica, Mesoamérica, y Norte América, incluyendo la Región Ártica. El 87% de los indígenas de América Latina residen en México, Bolivia, Guatemala, Perú y Colombia. Brasil es el país con más diversidad de pueblos indígenas con 241 pueblos que hablan 188 lenguas. (Ver Listado de Pueblos Indígenas de las Américas abajo).

Esta amplia diversidad es una riqueza aún subestimada, donde la identidad tanto de las comunidades étnicas como de las no étnicas representan retos y oportunidades para los gobiernos y los ciudadanos en general, en la búsqueda de comprender su pasado, estar siendo en el presente y proyectar un futuro.

Ver:

La salud entendida como un proceso: salud – enfermedad – atención -cuidado, es totalmente interdependiente de los procesos sociales, culturales, económicos, políticos, religiosos y ambientales. Las comunidades indígenas y étnicas no son ajenas a estos procesos y han creado sus propios sistemas médicos y terapéuticos que responden a su historia, contexto, región y manera de verse a sí mismos en el mundo.

De otro lado la salud como Derecho Humano le asiste a todas las personas indistintamente de su etnia, género, religión, clase o raza, esto implica la oportunidad de recibir atención médica en todos los ámbitos de la vida individual y colectiva. Esto ha sido un reto para los estados, que se traduce, por ejemplo: en datos inexactos sobre la situación de salud de los pueblos indígenas, los afrodescendientes y otros grupos étnicos.

Si bien no se posee una información detallada de salud específica, se sabe que las condiciones sociales y económicas de una buena parte de las comunidades étnicas de la región, son precarias.  Muchas de estas poblaciones sufren las consecuencias de las brechas significativas en la salud y los datos disponibles referidos a algunas poblaciones indígenas y afrodescendientes dan cuenta de las inequidades existentes en comparación con la población general.

Los indicadores de salud y de desarrollo de los pueblos indígenas son precarios y esto responde a problemas estructurales que se acarrean históricamente. Por ejemplo, en la década pasada la OPS advertía que en la Región de las Américas 400.000 niños menores de cinco años morían cada año por causa de enfermedades prevenibles, y que los resultados eran deficientes en materia de salud especialmente cuando los mismos tenían que ver con grupos étnicos. Hasta el presente, la mortalidad materna e infantil es notablemente más alta en las poblaciones indígenas y afroamericanas que en otros grupos étnicos. De igual manera, los índices de desnutrición infantil son más altos en la población indígena que en la población general. Las tasas de violencia contra la mujer y suicidio tienden a ser más altas en la población indígena.

En algunos países de la región los pueblos indígenas son mayoría, es el caso de los mayas, quechuas o kichwas, guaraníes, achi o aymaras quienes por factores económicos, sociales y culturales sociales tienen condiciones de vida y salud precarias. En estos casos la relación entre la variable de pobreza y etnicidad va siempre en proporción directa, lo cual indica que las poblaciones indígenas, en general, tienen condiciones más adversas que los demás grupos de población. Los indicadores de salud que van desde la mortalidad materna hasta los partos hospitalarios y coberturas de vacunación tienen menos rendimiento en las poblaciones indígenas que en las no indígenas.

Algunas cifras según la Política sobre Etnicidad y Salud:

  • Aunque los pueblos indígenas constituyen entre el 8-10% de la población, actualmente representan el 17% de la población que vive en situación de pobreza extrema en América Latina.
  • La tasa de fertilidad de las mujeres indígenas y afrodescendientes es aproximadamente un  10% superior a la tasa de la población general y, sin embargo, reciben menos atención de calidad durante el embarazo, el parto y el posparto.
  • En Guatemala, 58% de los niños indígenas sufre desnutrición crónica y 23% sufre desnutrición grave; mientras que en el caso de los niños que no son indígenas, 34% sufre desnutrición crónica y 10% sufre desnutrición grave.
  • En Panamá y Perú, la mortalidad infantil es tres veces superior en las poblaciones indígenas que en las que no son indígenas.
  • En Chile, la mortalidad de la población indígena joven es casi cuatro veces superior que en la población general.
  • Se estima que 62,6% de los niños indígenas en la Región sufre algún grado de privación de agua potable, frente al 36,5% de los niños que no son indígenas.
  • En algunos países la tasa de fecundidad de las adolescentes afrodescendientes es 40% superior a la tasa en las que no son afrodescendientes; en las adolescentes indígenas, esta tasa puede ser incluso dos veces superior en comparación con la tasa de fecundidad en la población que no es indígena

La cobertura de la atención de salud, ya de por sí baja en las zonas rurales, alcanza los niveles más críticos en las zonas de asentamiento de los pueblos indígenas. Los saberes -conocimientos- colectivos, las prácticas locales, los terapeutas de la medicina indígena y los recursos comunitarios son muy necesarios, junto con los recursos de la biomedicina, para atender los problemas de salud de las comunidades indígenas, afroamericanas y de las distintas diversidades étnicas que son afectadas por problemas de salud.

El tomar en cuenta la salud en las poblaciones indígenas de las Américas, plantea retos importantes no solo por dar respuestas concretas a los problemas de salud y las determinantes que actúan en los mismos, sino también pasa por reconocer la existencia de sistemas médicos tradicionales que han beneficiado a la humanidad entera, y que forman parte fundamental de las respuestas integrales para la salud y el bien común.

Desde hace unas décadas y enmarcado fundamental en el reconocimiento de derechos, a través del Convenio 169 de la OIT, los estados vienen adelantando procesos de salud intercultural, cuyos desarrollos son de diversa magnitud, en tanto responden a las realidades nacionales, en términos de sistemas de salud, avance en los derechos, etc. Esto implica que cada país tiene desarrollos, integración de sistemas de salud y datos propios sobre sus comunidades étnicas.

A finales de los años 70, la OPS propuso comprender la medicina tradicional como: “ el conjunto de todos los conocimientos teóricos y prácticos, explicables o no, utilizados para diagnóstico, prevención y supresión de trastornos físicos, mentales o sociales, basados exclusivamente en la experiencia y la observación y transmitidos verbalmente o por escrito de una generación a otra. Puede considerarse también como una firme amalgama de la práctica médica activa y la experiencia ancestral” (IIDH, OPS, 2006). En este sentido la medicina tradicional se reconoce como un sistema que tiene un complejo de conocimientos, tradiciones, prácticas, creencias que se estructura a través de sus propios agentes: chamanes, mamos, médico tradicional, pulseadores, parteras, hueseros, sobadores, promotores, etc., que posee métodos propios de diagnóstico, tratamiento, atención , cuidado y prevención y cuyos recursos terapéuticos, incluye plantas “medicinales”, animales, minerales, ritos, dietas, entre otros, que son reconocidos por una población que los solicita y los practica.

Este amplio concepto cubre diversidad de tradiciones médicas, que a través del tiempo y el encuentro cultural han sincretizado o no diversos elementos, pero que se mantienen anclados a la historia ancestral pilar de las comunidades y que permite denominar este saber y práctica como medicina tradicional indígena.

En esta sección, pronto estaremos desarrollando un resumen de las distintas tradiciones médicas de los pueblos indígenas, afrodescendientes y de otras diversidades étnicas del continente Americano.

Los conocimientos asociados a la medicina tradicional han sido desarrollados por milenios y son un aspecto fundamental de la cultura de cada pueblo y especialmente, de los pueblos indígenas, afroamericanos y de las distintas diversidades étnicas del continente. Estos conocimientos tienen un amplio abanico de manifestaciones y usos prácticos los cuales se traducen, por ejemplo, en los conocimientos de las plantas medicinales. También comprende la forma de entender la relación salud – enfermedad, la vida y la muerte, o de manera general, la visión del mundo que tiene relación estrecha con la salud, los procedimientos terapéuticos, rituales y simbólicos como sistemas holísticos para la recuperación de la salud y la sanación.

Estos conocimientos muchas veces se han visto amenazados por cambios en la base cultural de los pueblos o diferentes grupos étnicos y por la apropiación indebida de dichos conocimientos  relacionados, principalmente, a los conocimientos fitoterapeúticos.

En esta sección pronto encontrarás una revisión de las diferentes estrategias, acuerdos, y protocolos diseñados para la protección del conocimiento tradicional, y de las medicinas tradicionales de los diversos grupos étnicos, existentes a nivel internacional, y a nivel de los países de la región de las Américas.

4.1 Instrumentos internacionales relacionadas a la protección de la medicina tradicional y los derechos colectivos

A nivel mundial se han generado acuerdos internacionales que buscan protegen los derechos colectivos, el conocimiento de los pueblos indígenas, afrodescendientes y de otras grupos étnicos, y al mismo tiempo salvaguardar los conocimientos de la medicina tradicional.

Consensos mundiales y regionales relevantes al contexto de la salud de los pueblos indígenas, los afrodescendientes, los romaníes y los miembros de otros grupos étnicos (Fuente: Política de Etnicidad y Salud, OPS. Listado no exhaustivo).

4.2 Política pública vinculada a la Medicina Tradicional en las Américas

En esta sección pronto encontrarás un resumen de las políticas públicas sobre Medicina Tradicional en los países de las Américas. Por ahora, te invitamos a visitar la sección de Regulaciones y Políticas en MTCI.

Muchos de los conocimientos de la biomedicina (medicinas, vacunas y biorecursos) se basan en recursos naturales que a su vez están íntimamente conectados con los conocimientos tradicionales y la medicina tradicional. Estos conocimientos, a su vez tienen valor social, cultural y científico y son importantes para muchos pueblos indígenas y comunidades locales, así como para los recursos genéticos y para el conocimiento científicos. Históricamente, los conocimientos tradicionales han sido la base para el desarrollo del pensamiento y el conocimiento científico.

Por citar algunos ejemplos, medicamentos como aspirina, morfina, quinina, artemisina, digoxina, vincristina, taxol, ergotamina, pilocarpina, efedrina, atropina, ciertos corticoides, son fármacos derivados de plantas medicinales, y varios de ellos se han usado desde la antigüedad para tratar diversas situaciones de salud y enfermedad como parte de los conocimientos de la medicina tradicional, aproximadamente el 50% de los fármacos usados actualmente son derivados de plantas medicinales.

Más del 80% de la población mundial  ha hecho uso de alguna forma de conocimiento tradicional en salud, como forma de autocuidado en salud, y en algunos países el 70% de la población usa medicinas tradicionales como estrategia de atención primaria en salud.

En esta sección encontrarás de manera detallada información acerca de los aportes que ha hecho y siguen haciendo las prácticas tradicionales y medicinas tradicionales a los demás sistemas médicos.

En esta sección podrás acceder a las diferentes estrategias, políticas y espacios creados por OPS/OMS para la protección de los pueblos indígenas y los diversos grupos étnicos, y el mantenimiento de su salud, y la promoción de las medicinas tradicionales.  

6.1 Estrategia de la OMS sobre Medicina Tradicional 2014-2023: Estrategia publicada en 2013, actualizando la Estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2002-2005, con el objetivo de “ayudar a los Estados Miembros a desarrollar políticas dinámicas y aplicar planes de acción que refuercen el papel de la [MTCI] en el mantenimiento de la salud de las personas“, aprovechando “la contribución potencial de las [MTCI] a la salud, el bienestar y la atención de salud centrada en las personas”, promoviendo “la utilización segura y eficaz de la [MTCI] a través de la reglamentación y la investigación, así como mediante la incorporación de productos, profesionales y prácticas en los sistemas de salud, según proceda”.

6.2 Política sobre Etnicidad y salud: Aprobada por los Ministerios de Salud en 2017, promueve un enfoque intercultural que contribuya, entre otros, a eliminar las barreras de acceso a los servicios y mejorar los resultados de salud de los distintos grupos étnicos. Esta Política destaca cinco líneas estratégicas para la cooperación técnica al abordar la salud de los distintos grupos étnicos. Entre ellas, el reconocimiento de los conocimientos ancestrales y de la medicina tradicional y complementaria. Con ello, se busca potenciar el diálogo de saberes que facilite el desarrollo y el fortalecimiento de modelos interculturales de salud como una forma de lograr la atención centrada en las necesidades de las personas y las comunidades.

6.3 Estrategia Salud Universal: Acceso y Cobertura para todos: La estrategia de salud universal promueve el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud, lo cual “implica que todas las personas y las comunidades tengan acceso, sin discriminación alguna, a servicios integrales de salud, adecuados, oportunos, de calidad, determinados a nivel nacional, de acuerdo con las necesidades, así como a medicamentos de calidad, seguros, eficaces y asequibles, a la vez que se asegura que el uso de esos servicios no expone a los usuarios a dificultades financieras, en particular los grupos en situación de vulnerabilidad.” (CD53/5, Rev. 2 y CD53/R14 OPS/OMS, 2014).

6.4 Agenda de Salud Sostenible para las Américas 2018-2030 (CSP29/6): representa la respuesta del sector de la salud a los compromisos asumidos por los Estados Miembros de la OPS en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, junto con los temas inconclusos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y de la Agenda de Salud para las Américas 2008-2017, así como los desafíos regionales de salud pública emergentes. La Agenda se operacionaliza a través de los planes estratégicos y estrategias de la OPS, así como a través de planes de salud subregionales y nacionales.

6.5 Reunión Regional Avanzando hacia la salud universal, aportes de la medicina tradicional y complementaria: En junio del 2017, Nicaragua fue sede de la Reunión regional  «Avanzando hacia la Salud Universal, aportes de la Medicina Tradicional y Complementaria». En dicha reunión se intercambiaron las  experiencias de 21 países de la Región de las Américas, relacionadas con la implementación de la Medicina tradicional y complementaria en los sistemas de salud, la academia y espacios de investigación.

En esta sección encontrarás enlaces a diferentes instituciones académicas, grupos de investigación, redes de colaboración, asociaciones y organismos internacionales, que incluyen en su agenda y objetivos la salud intercultural y las medicinas tradicionales.

7.1 Grupos, Centros de Investigación, y Observatorios en Medicinas Tradicionales Indígenas, Afroamericanas, y de diversidades étnicas

7.2 Redes de investigación en Medicina Tradicional de los pueblos Indígenas, Afrodescendientes y Diversidades étnicas

7.3. Repositorios relacionados a la Medicina Tradicional

7.4. Alianzas, Redes, Asociaciones de Pueblos Indígenas

7.5. Organismos Internacionales

Argentina
Atacama Lule Vilela Tapiete
Ava Guaraní Mapuche Tehuelche
Aymara Mbyá Guarani Tilián
Chané Mocoví Toba
Charrúa Ocloya Tonocoté
Chorote Omaguaca Wichi
Chulupí Pampa
Comenchingon Pilagá
Diaguita-Calchaquí Quechua
Guaraní Querandí
Huarpe Rankulche
Kolla Sanavirón
Lule Selk’Nam (Ona)
Bolivia (Estado Plurinacional)
Araona Guarayo Quechua
Aymara Itonama Sirionó
Ayoreo Joaquiniano Takana
Baure Kallawaya Tapiete
Canichana Leco Trinitario Moxeño
Cavineño Machineri Tsimane o Chiman
Cayubaba Maropa (Reyesano) Urus
Chácobo Mojeño (Moxeño, Javeriano, Ignaciano) Weehnayek
Chipaya (Urus Chipaya) Moré Yaminagua
Chiquitano Moseten Yampara
Esse Ejja Movima Yuqui
Guaraní Murato Yuracaré
Guarasugwe    Pacahuara Yuracaré-Mojeño
Brasil
Aconã Dení Kanamanti Kuruáya Parakanã Tukano
Aikaná Desána Kanamarí Kwazá Paresí Tumbalalá
Aimore1 Diahói (Jiahui) Kanela Laiana Parintintim Tunayana
Ajuru Djeoromitxí-Jabutí Kanela Apaniekra Lakondê Pataxó Tupaiu
Akuntsú Enawenê-Nawê Kanela Rankocamekra Latundê Pataxo Há-Há-Há Tuparí
Alaketesu Fulni-ô Kanindé Makú (Dow) Paumarí Tupinambá
Alantesu Galibi do Oiapoque Kanoé Makúna Paumelenho Tupinambaraná
Amanayé Galibí Marwórno Kantaruré Makuráp Pirahã Tupiniquim
Amondáwa Gavião de Rondônia (Ikolen) Kapinawá Makuxí Piratapuya Turiwára
Anacé Gavião Krikatejê Kapon Patamóna Mamaindê Piri-Piri Tuxá
Anambé Gavião Parkatejê Karafawyana Manao Pitaguari Tuyúca
Apalaí Gavião Pukobiê Karajá Manchineri Potiguara Umutina
Apiaká Guaikurú Karapanã Manduka Poyanáwa Urucú
Apinayé Guajá (Awa) Karapotó Maragua Puri Uru-Eu-Wau-Wau
Apolima-Arara Guaraní Karijó a Marimã Puroborá Wai Wai
Apurinã Guarani Kaiowá Karipuna Marúbo Rikbaktsa Waiãpy
Aranã Guarani Mbya Karipúna do Amapá Matipú Sabanê Waikisu
Arapáso Guarani Nhandeva Kariri Matís Sakurabiat Waimiri Atroari
Arapiun Guató Kariri – Xocó Matsés Salamãy Wakalitesu
Arara de Rondônia Hahaintesu Karitiana Mawayána Sanumá Wanana
Arara do Acre Halotesu Katawixí Maxakali Sapará Wapixana
Arara do Aripuanã Hixkaryána Katuena Maya Sarare Warekena
Arara do Pará/Arara/Ukaragma Hupda Katukina Maytapu Sateré-Mawé Wassú
Araweté Ikpeng (Txikão) Katukina do Acre Mehináku Sawentesu Wasusu
Arikapú Ingarikó Kawahíb Migueléno Shanenáwa Wauja (Waurá)
Arikén Irántxe Kaxarari Miránha Siriano Wayana
Arikosé Issé Kaxinawá Mirititapuia Suruí de Rondônia Witóto
Aruá Jamamadí Kaxixó Mucurim Suruí do Pará Xacriabá
Ashaninka Jarawára Kaxuyana Mundurukú Tabajara Xambioá
Asurini do Tocantins Jaricuna Kayapó (Xikrin) Múra Tamoio a Xavante
Asurini do Xingu Javaé Kayuisiana Mynky Tapajós a Xerente
Atikum Jeripancó (Jiripancó) Kinikinau Nadëb Tapayuna (Suyá) Xereu
Ava-Canoeiro Juma Kiriri Nahukuá Tapeba Xetá
Aweti Ka’apor (Urubu) Kisêdjê Nambikwára Tapirapé Xipáya
Baenã Kadiwéu Kithaulu Naravute Tapiuns Xocó
Bakairí Kaeté Koiupanká Nawa Tapuia Xokléng
Banawa Kahyana Kokamaê Negarotê Tariana Xucuru
Baniwa Kaiabi Kokuiregatej Ninám Taulipáng Xucuru-Kariri
Bará Kaimbé Kontanawá Nukiní Tawandê Yaipiyana
Barasána Kaingang Korúbo Ofayé Tembé Yamináwa (Jaminagua)
Baré Kaixana Krahô Oro Win Tenetehara (Guajajara) Yanomámi
Bóra Kalabaça Krahô-Kanela Paiaku (Jenipapo) Tenharim Yanomán
Borari Kalankó Krenák Pakaa Nova (Wari) Terena Yawalapití
Bororo Kalapalo Krenyê Palikur Tikúna Yawanawá
Botocudo Kamakã Krikati Panará Timbira Ye’kuana
Catokin Kamayurá Kubeo Pankará Tingui-Botó Yudjá
Chamakóko Kamba Kuikuro Pankararé Tiriyó Yurutí
Charrua Kambéba Kujubim Pankararú Torá Zo’é
Chiquitáno Kambiwá Kulina Madijá Pankararú-Karuazu Tremembé Zoró
Cinta Larga Kambiwá-Pipipã Kulina Páno Pankaru Truká Zuruahã
Dâw Kampé Kuripako (Coripaco) Papavó Trumái
Colombia
Achagua Coreguaje Hupdu Masiware Quillacinga Waunana
Amorúa Coyaima Inga Matapí Sáliva Wayuú
Andakies Cubeo Juhup Miraña Sikuani Wipiwi
Andoke Cuiva Jujupda Mokana Siona Witotos
Arhuaco Cuna Kakua Muinane Siriano Wiwa
Awá Curripaco Kankuamo Muisca Taiwano Yagua
Bara Desano Karapana Nonuya Tamas Yamalero
Barasana Dujos Karijona Nukak Maku Tanigua Yanacona
Bari Emberá Kawiyarí Ocaina Tanimuka Yarí
Betoye Emberá Chamí Kichwa Pacabuy Tariano Yaruro
Bora Emberá Katio Kofán Páez Tatuyo Yauna
Camëntsa Eperara Siapidara Kogui Pasto Tikuna Yeral
Cañamomo Guambiano Letuama Piapoco Totoró Yuko – Yukpa – Yuco
Chimila Guanaca Macaguaje Piaroa Tsiripu Yucuna
Chiricoa Guanano Macahuan Piratapuyo Tukano Yuri
Cocama Guane Macusa Pisamira Tuyuca Yurutí
Coconuco Guayabero Makuna Puinabe U’wa Zenú
Chile
Aymara
Colla
Diaguita
Kawésqar
Likan Antai (Atacameño)  
Mapuche
Quechua
Rapa Nui
Yámana (Yagán)
Costa Rica
Bribrí
Brunca (Boruca)
Cabécar
Chorotega
Huetar
Maleku (Guatuso)
Ngöbe (Guaymí)
Teribe (Térraba)
El Salvador
Kakawira (Cacaopera)
Lenca
Pipil
Ecuador
Achuar Otavalo
Ambatillo Palta
Andoa Panzaleo
Awa Pasto
Cañari Puruwá
Cayambi Quisapincha
Chibuleo Salasaka
Chachi Saraguro
Cofan (A’i) Secoya
Epera Shiwiar
Huancavilca Shuar
Karanki Siona
Kichwa Tsa’chila
Kichwa Amazonia Waorani
Kitu Kara Waorani
Manta Waranka
Natabuela Zapara
Guatemala
Achi Mam
Akateka Mopán
Awakateka Poqomam
Chalchiteka Poqomchi’
Ch’orti’ Q’anjob’al
Chuj Q’eqchi’
Garífuna Sakapulteka
Itza’ Sipakapense
Ixil Tektiteka
Jakalteka Tz’utujil
Kaqchikel Uspanteka
K’iche’ Xinka
Honduras
Ch’orti’
Garífuna
Lenca
Miskitu
Pech
Tawahka
Tolupán
México
Awakateko Kekchi (Q’eqchi’) Pápago (Tohono O’odham, Tohono O’otham, Tono ooh’tam)
Amuzgo (Tzañcue) Kikapú (Kikapoa) Pima (Otam)
Cahíta Kiliwa (K’olew) Popoloca
Cakchiquel (Kaqchikel) Kumiai (Kamia) Popoluca
Chatino (Cha’cña) Lacandón (Hach tan) Purépecha (P’urhépecha)
Chiapaneco Mame (Qyool) Quiche (K’iche’)
Chichimeca jonaz (Uza) Matlatzinca (Botuná) Seri (Konkaak)
Chicomucelteco Maya Solteco
Chinanteco (Tsa jujmi) Mayo (Yoreme) Tarahumara (Rarámuri)
Chocho (Chocholteca) Mazahua (J ñatio) Tarasco (P’urhépecha)
Chol (Winik) Mazatecos (Ha shuta enima) Teko
Chontal de Oaxaca (Slijuala xanuk) Mexicanero Tepehua (Hamasipine)
Chontal de Tabasco (Yokot’an) Mixes (Ayook) Tepehuán del Norte (O’damí del Norte)
Chuj Mixteco (Ñuu Savi) Tepehuán del Sur (O’dam del Sur)
Cochimi Mochó (Mochó) Tlapaneco (Mepha)
Cora (Naayeri) Mochó (Motozintleco) Tojolabal (Tojolwinik’otik)
Cucupá Nahua (Huasteca veracruzana) Totonaco (Tachihuiin)
Cuicateco Nahua (Milpa Alta) Triquis (Driki)
Guarijío (Varogío) Nahua (Morelos) Tseltal (K’op)
Huasteco (Teenek) Nahua (Náhuatl) de Guerrero Tzotzil (Batzil k’op)
Huave (Mero ikooc) Nahua (sierra norte de Puebla) Yaqui (Yoreme)
Huichol (Wirr’árika) Ocuilteco (Tlahuia) Yuna
Ixcateco Opata Zapoteco (Diidzaj) Sierra norte de Oaxaca
Ixil Otomí (Hña hñu) Zapoteco Itsmo de Tehuantepec
Jacalteco (Abxubal) Paipai (Kwa’ala) Zapoteco Valles centrales, Oaxaca
Kanjobal (Q’anjob’al) Pame (Xigüe) Zoque (O’ de püt)
Nicaragua
Cacaopera
Chorotega
Garífuna
Mayagna (Sumu)
Miskitu
Nahoa-Nicarao
Rama
Ulwa
Xiu-Sutiaba
Panamá
Bokota
Bri Bri
Buglé
Emberá
Kuna
Ngäbe
Teribe (Naso)
Wounaan
Paraguay
Aché Maskoy
Angaité Mbyá
Avá Guaraní Nivaclé
Ayoreo Ñandeva
Chamacoco Páî Tavyterâ
Enlhet norte Qom
Enxet Sur Sanapaná
Guaná Toba
Guaraní Ñandéva Toba Maskoy
Guaraní occidental Toba-Qom
Maká Tomárâho
Manjuy Yvytoso
Peru
Achuar (Achual, Achuale, Achuare)   Muniche (Monichis, Munichi)
Aimara (Aymara, Aru)        Murui (Huitoto Murui)
Amahuaca (Yora) Murui-Muinani (Uitoto, Huitoto, Muinane)
Amarakaeri    Nanti (Kugapacori, Kogapacori)
Arabela (Tapueyocuaca, Chiripuno)   Nomatsigenga (Nomatsiguenga, Campa Nomatsiguenga, Atiri)
Arazaeri (Arasaeri, Arasairi) Ocaina ( Dukaiya, Dyo’xaiya, Ivo’tsa, Ibo’tsa)
Asháninka (Campa, Campa Asháninka, Campa de Pichis)
Omagua (Omagua Yeté, Ariana, Pariana, Anapia, Macanipa, Yhuata, Umaua, Cambeba, Campeba, Omaguino)
Ashéninka Parquenahua
Awajún (Aguaruna, Ahuajun, Aents) Pisabo
Bora (Booraa, Miamuna, Boro, Miranha, Miranya, Miraña-Carapaña-Tapuyo)    Pukirieri
Capanahua (Nuquencaibo, Capanagua, Buskipani, Busquipani) Quechua (Quichua)
Cashinahua (Huni kuin, Junikuin, Caxinaua, Caxinahua,  Kachinaua, Cachinaua, Kaxinawa, Kashinaua, Cashinawa) Quechua Cañaris
Catacaos (Piura) Quechua Chankas
Caxamarca (ahora Cajamarca) Quechua Chopccas
Chachapoyas (Cajamarca) Quechua Q`eros
Chamicuro (Chamicura, Chamicolos)   Quechua Wari
Chitonagua (Yora, Murunahua)   Quechua Yaru (Ancash)
Ese eja (Ese ‘ ejja, Huarayo, Tiatinagua)   Quichua Napo-Tigre (Alamas, Inga, Quichwa, Queshwa, Queswa)
Guayacundo (Sierra de Piura) Quichuwa del Pastaza (Quichua Pastaza)
Harakmbut (Harakbut, Amarakaeri, Kisamberi, Pukirieri, Puncuri, Toyoeri, Toioeri, Toyeri, Tuyune, Tuyuneri)   Resígaro (Resigaro)
Huachipaeri (Huachipayri, Wacipairi, Huachipaire, Wachipaeri) Santarrosino (Kichwaruna)
Iñapari (Inapari, Inamari, Kushitireni, Kushitineri) Sapitieri
Iquitu (Ikito, Iquito, Amacacore, Quiturran) Secoya (Airo Pai)
Isconahua (Isconawa, Iskonawa, Iskobakebo, Iscobaquebu) Sharanahua (Onicoin, Yora)
Ite’ Chi (Taushiro, Pinchi, Pinche) Shawi (Kampupiavi, Kampu Piyawi, Kampu Piyapi, Campo-Piyapi, Chayahuita, Chayawita, Tshahui, Chayhuita, Chayabita, Shayabit, Paranapura, Cahuapana)
Jaqaru (Cauqui, Aru)   Shipibo-konibo (Shipibo, Joni, Chioeo-Conivo)
Jíbaro (Jívaro, Jíbaro del Río Corrientes, Chiwaro, Siwaro, Gibari, Xivari, Chivari, Givaro, Zibaro, Jivara, Hibaro, Jivira) Shiwilu (Jebero, Chebero, Xebero, Severo, Shiwila)
Kakataibo (Cashibo-Cacataibo, Uni, Unibo, Cacibo, Caxibo, Casibo, Cachito, Cahivo, Managua, Hagueti) Talian (Piura)
Kakinte (Caquinte, Campa Caquinte, Poyenisati) Tikuna (Ticuna, Duüxügu)
Kandozi (Candoshi, Shapra, Chapra, Kandoshi, Chapara, Chapa, Murato, Murata) Toyoeri
Kichwa (Kichua, Quichua, Inga, Lamas, Llacuash) Urarina (Itucali, Kacha edze, Itukate)
Kisamberi Uro (Uru)
Kukama-kukamiria (Cocama – Cocamilla, Ucayali, Xibitaona) Vacacocha (Aushiri, A’éwa, Awshira, Abijira, Abishira)
Lamas (Kichwa Lamas, Llacuash) Walingos
Madija (Culina, Mendiha, Kulina, Kulino, Kolina, Kollina, Karina) Wampis
Maijuna (Orejon) Wampis (Shuar-Huampis, Huambiza, Huanbisa, Maina)
Marinahua (Onocoin, Onicoin, Yora, Murunahua, Morunahua) Wuancas (Huancas, Wanca, Tarumas, Xauxa)
Mashco Piro Yagua (Yihamwo, Nihamwo)
Mastanahua (Yora) Yaminahua (Yuminagua, Yaminagua, Jjaminawa, Yora)
Matsés (Mayoruna, Mana ajuruna, Maxirona, Magirona, Mayuzuna, Barbudo, Dallus) Yanesha (Amuesha, Amage, Amuexia, Omage, Amajo)
Matsigenka (Matsiguenga, Machiguenga, Machiganga, Matsiganga, Mañaries) Yauyos (Supralecto Yauyos)
Meneca (Huitoto Meneca) Yine (Piro, Pirro, Pira, Simirinche, Chontaquiro, Chotaquiro, Simiranch, Chontaders)
Morunahua (Morunahua, Nishinahua, Paconahua)
Uruguay
Charrúa
Guaraní
Venezuela
Akawayo Chaima Kechwa Piapoko Timotes Wayuu
Amorúa E’ñepa (Panare) Kubeo Piaroa Tukano Wotjuja
Añú (Paraujano) Gayon Kuiva Pigmeo Tunebo Yanomami
Arawak Guajibo (Guahibo, Sikuani, Jivi, Jiwi) Kumanagoto (Cumanagoto) Píritu Uruak Yawarana
Ayamán Guanano Kurripako Puinave Waika Ye’kuana (Maquiritare, Makiritare)
Arutani Hoti (Jodi) Mako Pumé Waikerí Yeral (Ñengatú)
Baniva (Baniwa) Inga Makushi Sáliva Wanai Yukpa
Baré Japreria Mapoyo Sanemá Wapishana
Barí Jirahara Matako Sapé Warao
Caquetío Kariña Pemón Timoto Cuica Warekena

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